Lema del Grupo Educativo Marín 2022.

Aprendiendo, caminamos juntos.

Un nuevo año nos da la bienvenida. La Iglesia, de la mano del Papa Francisco, en este tiempo, nos invita a crecer en una “actitud sinodal”, ¿qué significa esto?: “caminar juntos”. Por eso, este año, queremos seguir “aprendiendo, caminando juntos”.

En la convocatoria a este camino sinodal, la Iglesia nos muestra algunas actitudes y obstáculos. Quisiera rescatar algunas ideas que, seguramente, nos ayudarán a crecer como escuela en este “caminar juntos”.

ACTITUDES.

· Dedicar tiempo para compartir. Estamos invitados a hablar con auténtica valentía y honestidad para integrar la libertad, la verdad y la caridad. Todos, a través del diálogo.

· La humildad en la escucha debe corresponder a la valentía en el hablar: Todos tienen derecho a ser escuchados, así como todos tienen derecho a hablar. Se trata más bien de acoger lo que dicen los demás como un medio a través del cual el Espíritu Santo puede hablar para el bien de todos.

· El diálogo nos lleva a la novedad. Debemos estar dispuestos a cambiar nuestras opiniones a partir de lo que hemos escuchado de los demás.

· Estamos llamados a abandonar actitudes de comodidad que nos llevan a tomar decisiones basándonos únicamente en cómo se han hecho las cosas en el pasado.

· Somos signos de una Iglesia que escucha y que está en camino. Abrirnos a la escucha auténtica, sin recurrir a respuestas prefabricadas ni a juicios preestablecidos.

· Deja atrás los prejuicios y los estereotipos. El primer paso para escuchar es liberar nuestra mente y nuestro corazón de los prejuicios y estereotipos que nos llevan por el camino equivocado, hacia la ignorancia y la división.

· Superar las ideologías: Hay que evitar el riesgo de dar más importancia a las ideas que a la realidad de la vida de fe que viven las personas de forma concreta.

· Hacer nacer la esperanza: ser fiel a Dios y servir a su Pueblo. Estamos llamados a ser faros de esperanza, no profetas de desventuras.

· Es un momento para soñar y “pasar tiempo con el futuro”

OBSTÁCULOS.

· El obstáculo de querer dirigirnos a nosotros mismos en lugar de ser dirigidos por Dios. “Caminar juntos” no es un ejercicio estratégico corporativo. Es más bien un proceso espiritual guiado por el Espíritu Santo (por eso, seguimos “aprendiendo”)

· El obstáculo de concentrarnos en nosotros mismos y en nuestras preocupaciones inmediatas. Es una oportunidad para abrirnos, para mirar a nuestro alrededor, para ver las cosas desde otros puntos de vista.

· El obstáculo de ver sólo “problemas”. Apreciemos dónde el Espíritu Santo está generando vida y veamos cómo podemos dejar que Dios actúe más plenamente.

· El obstáculo de concentrarse sólo en las estructuras. La conversión y la renovación de las estructuras sólo se producirán a través de la conversión y la renovación continua de todos los miembros del Cuerpo de Cristo.

Un rasgo común en todo el ministerio de Jesús es que la fe se pone siempre en evidencia cuando las personas son valorizadas: se escucha su súplica, son ayudadas en su dificultad, se aprecia su disponibilidad, se confirma su dignidad con la mirada de Dios y se restablece en la comunidad. Dios llega a nosotros a través de otros y llega a otros a través de nosotros, a menudo de manera sorprendente.


Por eso, en el logo de éste año, encontramos, en la base del escudo, “un pie” para crecer en una “cultura en salida”; y “una mano” para crecer en una “cultura de encuentro”. Salir y encontrar para valorar.


Con estas propuestas los invito a “caminar juntos”, “aprendiendo” unos de otros.

Padre Hugo Álvarez, Capellán General del Grupo Educativo Marín.